El tratamiento de choque de cloro para piscina, es un tratamiento necesario para recuperar los niveles de cloro y que este tenga poder oxidante que es como el cloro ejerce su función desinfectante.
El agua está compuesta por múltiples elementos orgánicos e inorgánicos para que podamos considerarla apta para el baño debe tener una serie de parámetros dentro de unos rangos que sabemos hacen que el agua de la piscina es segura para la salud.
Debido a múltiples factores externos o a un mal mantenimiento podemos muy fácilmente perder la salubridad del agua de nuestra piscina por una lluvia que aporte material orgánico que haga desaparecer el cloro libre residual o el que es activo en lo que a desinfección se refiere.
El uso intensivo de la piscina por una afluencia masiva de bañistas además combinado esto con altas temperaturas hacen que el cloro desaparezca muy rápidamente y cuando queramos darnos cuenta la piscina está turbia o verde por la proliferación de algas.
Se forman las cloraminas cuando se unen moléculas de cloro con iones de amonio hay diferentes tipos: monocloraminas, dicloraminas y tricloraminas que una vez entran en contacto en un entorno de acidez por debajo de 6 como puede encontrarse en el biofilm que crean las bacterias para protegerse, estas tricloraminas son muy peligrosas ya que entran en el organismo humano por la respiración, por ese motivo debemos estar alerta en cuanto notemos que el agua de la piscina desprende olor a cloro, irrita las mucosas y los ojos de los bañistas.
Después de una tormenta que ha introducido mucha materia no tratada en la piscina o cuando la piscina ha tenido una carga de bañistas grande y notamos que el nivel de cloro en el agua está muy bajo.
El agua de la piscina tiene tan poco desinfectante activo cloro residual libre que se puede poner turbia o proliferar algas en un breve espacio de tiempo y ponerse de color verde.
En los tratamientos de cloración de choque se suele usar dicloro (cloro choque) que contiene una menor proporción de materia desinfectante (cloro activo) en torno al 60% frente al 90% que suele aportar el tricloro (cloro lento).
El dicloro actúa con mayor rapidez que es lo que se persigue con su uso, subir el nivel de cloro en agua lo antes posible.
Se suele recomendar una dosis de 30 a 50 g por metro cúbico.
Se puede usar también Hipoclorito Cálcico que al no estar estabilizado se evapora rápido con la luz solar.
Lo mismo pasa con el hipoclorito sódico o cloro líquido que también se usa para tratamientos de cloración choque.
Hay que leer atentamente las instrucciones de dosificación que indica el fabricante en el envase.
En España, el parámetro «Cloro combinado residual» está regulado mediante el Real Decreto 742/2013, en el que se establece un valor de ≤ 0,6 Cl PPM y se indica que en caso de superar los 3 PPM deberá cerrarse el vaso hasta normalizar el valor.
Para cualquier duda o consulta puede contactarnos y estaremos encantados de aclararla.